Pasamos divino. Las experiencias directas son muy disfrutables.
Exploramos, nos sorprendimos, compartimos e investigamos el monte y descubrimos animales y vegetales que habitan en él.
Valoramos el medio ambiente, la importancia del aire, el suelo y el agua. Estos paseos son privilegiados de acceso al contacto con la naturaleza, al desarrollo de la autonomía y de la cooperación.